viernes, 3 de octubre de 2014

¡Eres escritor!

Portada provisional

Te levantas de la cama. Son las cinco de la tarde y te espera un largo día de escribir. Hoy es el día. Hoy vas a terminar por fin la novela. La novela. El Santo Grial. Los personajes corren como gallinas descabezadas por sus páginas, pero no importa. Ya le dará sentido el lector. ¿Qué esperaban? No ibas a hacer tú todo el trabajo, que el lector ponga también de su parte. Hay que arrimar el hombro, estamos todos juntos en esto. 
Enciendes el ordenador, que emite un pitido de protesta. Tendrías que comprarte uno nuevo, pero no te alcanza el dinero. Quizá con los royalties de la novela, fantaseas. Porque esta novela va a afectar a toda una generación, va a tocar a los lectores como un padre pederasta a su hija de corta edad. 
Abres el archivo de Word de tu novela. Oh, desfile de hormigas negras sobre la blancura pura del papel (digital). Qué frases tan certeras. Qué adjetivos. Qué verbos, incluso. Y todo eso lo has escrito tú, que estás ahora sentado en calzoncillos frente al ordenador. La vida es misteriosa, sin duda. 
Miras la pantalla y la pantalla te devuelve la mirada. ¿Cómo funcionaba esto? Habría que retomar la narración y teclear, claro. La teoría es sencilla. Sin embargo, algo falla. Todo molesta, hasta la propia piel. Pero esto es como montar en bicicleta, hombre. Sólo necesitas escribir una palabra, cualquier palabra, y todo vendrá rodado. 


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es buena

Marta Guay dijo...

*Apuntando lo del porno*